jueves, 23 de febrero de 2012

Pequeñas anécdotas desde el puesto de Autores Matanceros (19 de diciembre de 2011 – 22 de febrero de 2012)

Buscando el Nirvana.
Muchas personas encuentran razonable pagar $10 por un llavero o una placa para el perro. Ante un libro del mismo valor, asumen la postura del Loto y meditan un buen rato. Finalmente desisten por parecerles un precio excesivo.

Primero lo nuestro.
A veces nos preguntan por autores locales cuyas obras no tenemos. Siempre le damos toda la información que tenemos. Algunas personas, quizás porque no ven los enormes carteles que dicen “Autores de La Matanza”, nos consultan por autores que no son matanceros, como Bucay, Domínguez o Stamateas. Nunca por Cervantes, Kafka o Voltaire.

Amigos son los amigos.
Una vez alguien señaló un libro, y dijo, orgulloso, que el autor era su amigo y que tenía un ejemplar de esa obra. Entonces le indiqué los otros libros del mismo autor que había sobre la mesa. Aquella persona se ofuscó, y con voz fastidiosa dijo: “pero esos no me los regaló”.

Análisis literario
Mostrando un libro, y ante el requerimiento de quien preguntaba por él, comencé a explicar las temáticas, técnicas narrativas y demás detalles literarios. Mi interlocutor concluyó, muy seguro de sí mismo, que el autor era del signo zodiacal de Escorpio.

Educando al soberano.
Una preadolescente se detuvo a mirar los libros sobre la mesa. Su madre la tomó del brazo, y a los tirones se la llevó, gritándole: “¿para qué querés vos un libro?”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario