sábado, 29 de agosto de 2020
Ficción breve
viernes, 21 de agosto de 2020
Día del Escritor Matancero
miércoles, 12 de agosto de 2020
Ficción breve: Ironía
Una tarde soleada de enero, Erik, el dueño de una compañia multinacional de comuniciones almorzaba con Esteban, el principal accionista de una empresa energética local. Sentados en torno a una mesa al aire libre del restaurante más caro de la ciudad, discutían como incrementar sus insondables fortunas, mientras degustaban caviar y escaciaban champagne, dejando a un costado del plato las perdices.
A pocos metros, dos perros callejeros intercambiaban tarascazos. Un mendigo, famélico, vestido con colgajos de ropa, esquivando las espontáneas mordidas de los canes, se acercó hasta la mesa, y extendió su mano esquelética a los encumbrados comenzales.
—¡Algo que comer! ¡Por piedad! —tartamudeó
Erik tomó con su mano la perdiz que permanecía intacta en su plato, y la extendió hacia el mendigo. Cuando este quiso agarrarla, el accionista con un movimiento rápido le arrojó el ave a los perros callejeros.
Los animales capturaron la presa en el aire e iniciaron una feroz disputa por ella. Erik y Esteban rieron a caracajas. Rieron tanto que comenzaron a ponerse rojos. El mendigo no pudo contener sus lágrimas.
De pronto, el sol quedó oculto detrás de una espesa capa de nubes. Las luces de las calles se encendieron, pero titilaban desdenfrenadas. Del suelo empezó a subir un vapor oscuro que fue tomando la forma de una figura humana.
La parca, con su atuendo negro y su guadaña, observaba a los empresarios y al mendigo, que, atónitos, no podían moverse, hinoptizados con la visión de la muerte.
La parca avanzó hacia el mendigo, tocó su frente y éste se desplomó sobre el suelo. Tan repentina como había llegado, la recolectora se desvaneció, en tanto las nubes se disipaban y retornaba la luz del sol.
Erik miró al mendigo tendido, lo señaló con el dedo y le preguntó:
—¿De qué te sirvieron tus miserias? ¡Eh! ¿De qué te sirvieron?
Victor Justino Orellana, 2020
jueves, 6 de agosto de 2020
Reseña de Rosa Oviedo sobre Escarabajos y Samaritanos
Víctor nos presenta a través de un narrador omnisciente una novela corta o nouvelle dividida en capítulos, un interrogante implícito desde el principio para decifrar tal división.
Nos convierte en lectores guiados a descubrir un conflicto narrativo, en el que vemos una unidad en los personajes, provocando así un efecto singular por las diferentes versiones de conflictos humanos determinantes para esos Samaritanos y Escarabajos.
Es una nouvelle circular, finaliza como comienza, descubriendo al individuo en su propia órbita de comportamiento; entre la libertad y el compromiso, develando que nada es lo que parece ser. Para lograr dicho efecto nos introduce en varias temáticas: ilusión, tratamiento del tiempo (eras), funciones personificadas, repetición de ciertas situaciones, como también especulaciones para la toma de distancia de conflictos peligrosos o dudosos de algunos personajes. Suma a todo eso, certezas que podrían ponerse en duda, pero forman parte de las vivencias de los personajes y el efecto de dudar, se traslada a nosotros también como lectores. Concentra además cuestionamientos frente a realidades ilógicas, y apunta a descubrimientos que permiten la reacción de los personajes. Cada personaje representa una imagen que se desvanece y resurge, el resultado que se busca es un verse a sí mismo en su propio espejo, en un destino marcado, apareciendo en las diferentes eras temporales; un NO poder dominar el tiempo propio, una explícita imposibilidad temporal (Capítulo 5, “El Templo del tiempo”).
La voz narrativa omnisciente desenmascara realidades recurrentes desde su mirada irónica y sarcástica, como mencionamos al principio, va uniendo a los personajes que se van arrastrando unos a otros en un laberinto espacial.
Estas temáticas se plantean bajo paradojas filosóficas existenciales con la carga irónica que caracteriza al autor.
Hay distintas voces que plantean la resignación ante el deber ser y lo que en definitiva se hace. El Escarabajo es quien va sobre esa regla.
Finalmente, remitiéndonos al título “Escarabajos y Samaritanos”, estos últimos cumplen el rol del solidario en todas las tramas, el escarabajo por su parte, posee el poder del cambio, de la metamorfosis, de la innovación, de la mutación (Capítulo 4, Profesiones).
Una novela corta o nouvelle movilizante, activa y original.
Rosa Oviedo