domingo, 31 de octubre de 2010

Cultura desde el pie (30 de octubre de 2010)

El sábado 30 de octubre fui invitado al programa radial Cultura desde el pie, que se transmite por FM Universo 94.7, todos los sábados de 15 a 17 hs. Conducido por Emilio y por María Victoria, el lema del programa es “difundir a los hacedores de nuestra identidad cultural”. En ese sentido, por el programa han pasado músicos, historietistas, artistas plásticos, y muchos referentes de la cultura local.
Este sábado también estuvieron invitados los autores Carlos Rigel y José Enrique Paredero, con quienes debatimos, junto a Emilio, el conductor, sobre la literatura en general, y sobre la literatura en el partido de La Matanza en particular. Debo confesar que es mi primera experiencia dentro de un estudio de radio, hasta ahora sólo había contestado por teléfono breves entrevistas, lo que supongo que se habrá notado por la multitud de errores y actos fallidos en los que incurrí, pero lo importante es que me dieron espacio para difundir mis actividades y las de mi colegas.
Mil gracias a Emilio y a María victoria por la invitación. Y a quienes lean esto los invito a escuchar el programa todos los sábados. No tiene desperdicio.



martes, 26 de octubre de 2010

A quien ya no está (21 de octubre de 2010)

”Yo sé que ahora vendrán caras extrañas
con su limosna de alivio a mi tormento,
Todo es mentira, mentira es el lamento...
Hoy está solo mi corazón.”
Gardel – Le Pera

En septiembre de 2006 puse en línea el primer y único portal web dedicado al barrio Los Manzanares de Villa Luzuriaga. Yo lo creé, escribí la mayor parte de las publicaciones, edité todas las fotos, y cuando vi que era el momento, di por terminado el proyecto, dejando el portal en línea para que todo el mundo pudiera apreciar sus contenidos.
Pero la existencia de ese espacio en Internet se la debemos a mi primo, Damian Orellana. Fue su empuje y preocupación por el barrio donde habíamos transcurrido nuestras vidas la verdadera causa de que empezáramos aquel camino, camino que nos llevó por lugares insospechados, tantos buenos como malos.
Hoy, mi primo en particular, y toda la familia en general, pasa por un muy mal momento. Su padre (mi tío), Carlos Alejandro Orellana, ha fallecido el último 21 de octubre, víctima de un cáncer que lo castigó los últimos meses. Hombre trabajador, padre de familia, hincha de River, vecino desde siempre del barrio, nos dejó con apenas 48 años.
No pretendo hacer un obituario, ni mucho menos amontonar frases de pesar que no amortiguan ningún dolor. Sólo quiero rendir el humilde y vano homenaje de las palabras a quien ayer compartió parte de nuestro camino, y hoy no está con nosotros.

domingo, 24 de octubre de 2010

Yo no lo voy a ver (17 de julio de 2005 - 5 de febrero de 2010)

Mis abuelos llegaron con sus hijos a cuestas al barrio Los Manzanares en marzo de 1957. Llegaron en medio del barro. La única calle asfaltada era Berna, con una fina capa de concreto agrietado, el resto de las arterias de la recientemente rematada quinta productora de manzanas eran lodazales por donde mis abuelos y sus hijos tuvieron que acarrear muebles, ropas y demás objetos que traían para empezar una nueva vida, en aquel lugar del mundo que a partir de entonces llamarían hogar.
Mi abuelo falleció el 17 de julio de 2005. Fue velado en la casa que sus manos obreras construyeron a lo largo de cinco décadas. Esa noche llovió. A la mañana siguiente, la carroza fúnebre se lo llevó en medio de ciénagas inmundas a las que por falta de otro nombre llamábamos calles.
Cuando mis abuelos compraron el terreno, les prometieron que el asfalto para el incipiente barrio era algo inminente. Los años pasaron. El asfalto no vino. Se hicieron decenas de nuevos proyectos. Se hicieron miles de promesas. Se pagó, a través de impuestos o de fondos comunitarios, la promesa de proyectos de gris concreto sobre nuestras calles.
En los últimos años de su vida, cada vez que se escuchaba en el murmullo del barrio que venía el asfalto, mi abuelo decía “yo no lo voy a ver”. Todo una profecía que se cumplió con la precisión de un reloj. El reloj de su vida que se quedó sin cuerda para continuar.
A fines de 2007 apareció un nuevo proyecto, una nueva promesa. Asfalto comunitarios, con gastos compartidos por el municipio y los vecinos. Cuando mi abuela se enteró, lo primero que dijo fue “yo no lo voy a ver”.
No todos podían pagar el nuevo proyecto de pavimentación, ni con el más luengo y generoso plan de pagos. Mi abuela no tenía ingresos, gastaba más dinero en medicamentos que en comida. Y junto con mi abuelo habían pagado tres, cuatro o quizás más veces por ese asfalto que querían cobrarle de nuevo.
Yo no podía ayudarla. Su casa también era mi hogar. Sin embargo, mi economía estaba tan devastada como la suya. El asfalto pasó cerca, pero pasó de largo.
El 5 de febrero de 2010 el corazón de mi abuela dijo basta. Sus párpados se cerraron por última vez en un día lluvioso. Y en medio del barro, fui a despedirla.


sábado, 16 de octubre de 2010

Encuentros Culturales en El Altillo (15 de octubre de 2010)

Esta entrada requiere un largo prólogo. Para ello, debo remontarme a la segunda Feria Municipal del Libro del Partido de La Matanza (septiembre de 2009). Entonces, como un paracaidista sin brújula, caí al stand de Autores Matanceros con la esperanza de exponer mi libro. Quince minutos después estaba atendiendo dicho stand (decir que era el responsable sería una irresponsabilidad).
En esa segunda edición, a diferencia de la primera y la tercera, en las que también estuve, noté la participación de algunas estrellitas, o sea, autores que se creían Borges y Sábato en uno solamente porque habían publicado un puñado de obras. Entonces, apareció Elisa Peñaloza, con sus libros bajo el brazo. Mi primera impresión fue que era otra estrellita que venía a enseñarnos como convertir una buena hipérbola en una mediocre metáfora.
Los siguientes días de esa segunda feria municipal, Elisa Peñaloza se encargó de enseñarme que soy un completo inútil para juzgar a la gente. Rápidamente se calzó el imaginario overol, y se puso a trabajar para sacar el stand de Autores Matanceros adelante. No su libro, no su carrera o trayectoria, sino el stand, el canal de difusión del colectivo de escritores de La Matanza.
A mediados de 2010, me llegó un mensaje de Elisa. Me invitaba a participar de unos Encuentros Culturales que estaba organizando. En fin, la frase era muy ambigua y no entendía ni remotamente de que se trataba. Más adelante, con motivo de la convocatoria de escritores para la tercera Feria Municipal del Libro, tuvo oportunidad de explicarme con detalle de que se trataba su proyecto. Otro montón de frases ambiguas que, al igual que el título Encuentros Culturales, no explicaban nada. Pero esta vez si le entendí.
Entendí que tenía un sueño. El sueño de nuevos espacios para la cultura. Y que también tenía el potencial para lograrlo.
En otros ámbitos, los sueños son imágenes difusas que aparecen mientras se duerme. En el ámbito del arte y la cultura, se sueña despierto, y se construye la realidad a partir de los sueños.
Mil veces escuché, entorno a una mesa de café, mil proyectos sobre juntar en un mismo espacio a referentes de distintas disciplinas, como punto de encuentro para generar nuevos espacios, nuevos eventos, en el corazón de nuestro partido de La Matanza, donde la cultura es un bien perecedero, y generalmente vencido. Proyectos que terminan con el último humo del café.
Elisa Peñaloza tenía todo lo necesario para arrancar. Tenía el lugar, un bar, El Altillo, en la calle Entre Ríos al 2900, en el centro de San Justo. Tenía colaboradores poniendo el hombro, la cabeza y el corazón en el proyecto, nombraré a Lorena Fernández y a Adela Salas por resultarme las más conocidas, pero estoy seguro que no fueron las únicas personas que contribuyeron al resultado final. Tenía expositores de los más variados tipos comprometidos a participar.
Finalmente el 15 de octubre, la cosa arrancó en serio. Con exposición de cuadros de la artista plástica Mónica Maurelli, y fotografías de Rubén Villani decorando una de las paredes del bar, y libros de autores matanceros en el hall de entrada, la gente fue llegando desde las 19 hs y acomodándose entorno a las mesas. Hubo ponencias de Mabel Zanga y Analía La Torre. Omar Celiz presentó su libro de poesías El tiempo después. El grupo de teatro Laferrere puso en escena un fragmentó de una obra. La banda La Cresta de Don Gregorio tocó algunas canciones, al igual que Irma Morena que cantó folclore, y Pablo Bondar, que fuera de programa ejecutó algunos temas de su disco Nuevo aliento. Y mucha gente más que participó de diversas formas, no siendo la menor la presencia y el aplauso.
Perfectible, todo es perfectible. Aún hay camino que recorrer. Estos encuentros se repetirán el segundo viernes de cada mes, y hay que estar preparados. Pero la primera experiencia fue altamente positiva. El sueño se volvió cimiento de la realidad, y Elisa Peñaloza, contrario a lo que pensé cuando la conocí, fue la estrella más brillante en el cielo matancero.


lunes, 11 de octubre de 2010

Poesía Bar en el Galpón Cultural Tapiales (11 de octubre de 2010)

El lunes 11 de octubre fue feriado, en conmemoración del 12 de octubre, el llamado día de la raza (sin aclarar si es la raza exterminada, la exterminadora, o la que germinó de las semillas de ambas). En definitiva, fue feriado, una buena oportunidad para salir y disfrutar de la cultura.
En esta oportunidad me trasladé hasta Tapiales. Frente a la plaza, sobre la calle Humaitá, se encuentra el Galpón Cultural Tapiales, centro cultural dedicado a promover el arte en sus diferentes vertientes, y este lunes en particular, la lectura de poesía café mediante.
Como el nombre lo indica, se trata de un galpón. Sólo que la fachada está decorada con un amplio mural, y al ingresar, uno se encuentra con cuadros, esculturas, y a un grupo de artistas dibujando sobre las paredes aún blancas. Mientras los organizadores de la velada preparaban café, autores, músicos y simples interesados en la cultura iban llegando y acomodándose entorno a improvisadas mesas.
Una vez que hubo público suficiente, se arrancó con la música de guitarras y piano, lecturas de poesías, fragmentos de cuentos y novelas, improvisaciones de poesía mezcladas con improvisaciones de melodías. Colegas escritores venidos de diferente partes de La Matanza, y aun de la Capital, entregaron sus palabras al micrófono que esperaba sin ninguna solemnidad transmitir rimas y párrafos.
Para esta ocasión, preferí leer algunas poesías pertenecientes a autores que conocí en el camino de la vida literaria, en lugar de algo mío. Otros prefirieron sólo escuchar, y dejar quizás para una ocasión venidera, la lectura de sus obras.
Una tarde muy amena, informal y literaria fue la que pasamos en Tapiales, una experiencia que sin duda deberíamos replicar a lo largo y a lo ancho de nuestro partido, de nuestra provincia, del mundo entero. Aunque por ahora con una vez al mes en Tapiales es suficiente.

sábado, 9 de octubre de 2010

4º Feria del Libro en Virrey del Pino (9 de octubre de 2010)

Realmente no encuentro las palabras para calificar este evento. La atención de los organizadores, gente que iba y venía ocupándose de mil cosas, fue cordial hasta el extremo. Y también los difusores de la cultura que habitan y trabajan en esta localidad de Virrey del Pino, que se acercaron, nos contaron de sus actividades y nos agradecieron el que nos hayamos acercado. Y el público que recorrió la feria y se comportó de similar manera.
Pero muy por el contrario, los agradecimos somos nosotros, los que, una vez al año, vamos de diferentes puntos del partido de La Matanza a participar en la Feria, y nos enorgullece ser parte de la fiesta de la cultura, una fiesta popular, porque la entrada es libre y gratuita, y todo el mundo puede disfrutar del evento. Fiesta de la cultura porque nadie te dice que se puede decir, o publicar, o expresar, que existe o no existe. La cultura es todo lo que el ser humano hace, y no lo que los pulpos editoriales dicen que se puede difundir.
En la Feria del Libro de Virrey del Pino los que soñamos una difusión diferente de la cultura vemos nuestros anhelos hechos realidad. Escritores, músicos, narradores orales, bailarines, talleristas, conferencistas, artistas plásticos, bibliotecarios, todos mezclados intercambiando datos, y generando nuevos encuentros, y sembrando las semillas de nuevos eventos, y nuevas ferias, y mucha más cultura.
Mientras los stands atendían al público que recorría los pasillos de la escuela, en las aulas se realizaban actividades para todas las edades. Y en la carpa montada en el patio central se desarrollaban números artísticos de lo más variados tipos. Y hasta en el patio, a cielo abierto, hubo músicos folclóricos, y murga. Y tango. Y aplausos. Generosos aplausos de gente satisfecha de haber visitado la feria.
El viernes 8 de octubre, las Madres de Plaza de Mayo recorrieron la escuela y dieron una charla. El sábado 9 de octubre los Cantores del Alba cerraron con su música la Feria. Y probablemente otras personalidades de la cultura y la realidad social visitaron Virrey del Pino en estos días y escaparon a mi ojo nada clínico.
En definitiva, cambiando el sentido de una frase trillada, a los organizadores, a los expositores, a los compañeros escritores que se sumaron a nuestro colectivo de autores matanceros, sólo puedo decirles: sigan participando, porque participar es ganar, y en Virrey de Pino, ganamos todos.
Mil gracias por el espacio que nos dieron, mil gracias por crear tan maravillosa feria, mil gracias por existir.

miércoles, 6 de octubre de 2010

4º Feria del Libro en Virrey del Pino (6 de octubre de 2010)

Es casi el patio trasero del partido de La Matanza, y como muchos lugares de este populoso distrito, sólo es noticia en las páginas policiales. Sin embargo, en el año 2007, dio la gran nota. La localidad de Virrey del Pino lanzaba su primera Feria del Libro, organizada por una biblioteca popular, anticipándose por un año a la Feria Municipal del Libro, creando un espacio para la cultura en el corazón de barrios obreros mechados de quintas.
Este año la feria de Virrey del Pino va por su cuarta edición. Con la participación de las fuerzas vivas de la localidad, y artistas provenientes de toda La Matanza y más allá, este evento arrancó el miércoles 6 de octubre como una auténtica fiesta de la cultura. El lugar de encuentro es la Escuela Media nº15, ubicada en la intersección de las calles Correa y Girardot, a la altura del Km 40 de la ruta 3.
Por los pasillos de la escuela el vistante encuentra libros, revistas, esculturas, cuadros, y gente que hace cultura, comunicación, arte. Transmitiendo en vivo está la radio FM RadioActiva 90.1. Pero también populan por la feria periodistas, hombres de radio, comunicadores, que recogen, quiero creer, una grata imagen de este oasis de la cultura que ha generado la Biblioteca Popular de Virrey del Pino con su infatigable labor de años.
Y como no podía ser de otra manera, los escritores de La Matanza hemos clavado nuestra bandera también en esta feria, y estamos presentando libros de Irene Gardes, Elsa Montenegro, Carlos Rigel, y esperamos que muchos más.
La feria continua hasta el sábado 9 de octubre, y ofrece una variada grilla de actividades. No dejen de visitarla

lunes, 4 de octubre de 2010

Feria del Libro Independiente del Oeste (3 de octubre de 2010)

Desde hace varios años se realiza en diversos puntos del país la FLIA (Feria del Libro Independiente y Autogestivo), con una convocatoria creciente tanto en público como en expositores. El domingo 3 de octubre, la gente del Centro Comunitario el Transformador organizó la primera FLIO, o Feria del Libro Independiente del Oeste.
En una vieja casona ubicada en Caseros 200 de Haedo, una construcción con muchos años de historia, convertida en la actualidad en centro cultural y comunitario, expositores en su mayoría del oeste del gran Buenos Aires, pero también venidos de Capital y otros puntos del conurbano, nos reunimos para mostrar nuestros libros, revistas, folletos, obras digitales, y el largo etc.
Por La Matanza estuvimos, digamos que fuimos mayoría, los escritores de Villa Luzuriaga. A la sombra de los árboles de paraíso que rodean la casona, nos instalamos Gloria De Lucca, Alberto Fontana, Irene Gardes, y quien escribe. Para afirmar esta hegemonía de Villa Luzuriaga, también estuvo presente la gente de la banda de punk rock y heavy metal Vorkuta, exponiendo su música y libros artesanales.
También participaron otros escritores de La Matanza, como la artista plástica Elsa Montenegro, y otros que conocí en estas circunstancias y que han mostrado interés en continuar el contacto y el trabajo de difusión en otras ferias y exposiciones.
A lo largo de la jornada hubo de todo un poco. Transmisión en vivo de la radio FM En Transito, lecturas de poesías, números musicales, proyecciones, narraciones orales. Las Ferias del libro independiente son un extraordinario punto de reunión, no sólo para el encuentro entre público y artistas, sino también para que diferentes agentes culturales podamos compartir nuestras experiencias y pautar nuevos puntos de encuentro, multiplicando la cultura hasta el infinito.