sábado, 16 de octubre de 2010

Encuentros Culturales en El Altillo (15 de octubre de 2010)

Esta entrada requiere un largo prólogo. Para ello, debo remontarme a la segunda Feria Municipal del Libro del Partido de La Matanza (septiembre de 2009). Entonces, como un paracaidista sin brújula, caí al stand de Autores Matanceros con la esperanza de exponer mi libro. Quince minutos después estaba atendiendo dicho stand (decir que era el responsable sería una irresponsabilidad).
En esa segunda edición, a diferencia de la primera y la tercera, en las que también estuve, noté la participación de algunas estrellitas, o sea, autores que se creían Borges y Sábato en uno solamente porque habían publicado un puñado de obras. Entonces, apareció Elisa Peñaloza, con sus libros bajo el brazo. Mi primera impresión fue que era otra estrellita que venía a enseñarnos como convertir una buena hipérbola en una mediocre metáfora.
Los siguientes días de esa segunda feria municipal, Elisa Peñaloza se encargó de enseñarme que soy un completo inútil para juzgar a la gente. Rápidamente se calzó el imaginario overol, y se puso a trabajar para sacar el stand de Autores Matanceros adelante. No su libro, no su carrera o trayectoria, sino el stand, el canal de difusión del colectivo de escritores de La Matanza.
A mediados de 2010, me llegó un mensaje de Elisa. Me invitaba a participar de unos Encuentros Culturales que estaba organizando. En fin, la frase era muy ambigua y no entendía ni remotamente de que se trataba. Más adelante, con motivo de la convocatoria de escritores para la tercera Feria Municipal del Libro, tuvo oportunidad de explicarme con detalle de que se trataba su proyecto. Otro montón de frases ambiguas que, al igual que el título Encuentros Culturales, no explicaban nada. Pero esta vez si le entendí.
Entendí que tenía un sueño. El sueño de nuevos espacios para la cultura. Y que también tenía el potencial para lograrlo.
En otros ámbitos, los sueños son imágenes difusas que aparecen mientras se duerme. En el ámbito del arte y la cultura, se sueña despierto, y se construye la realidad a partir de los sueños.
Mil veces escuché, entorno a una mesa de café, mil proyectos sobre juntar en un mismo espacio a referentes de distintas disciplinas, como punto de encuentro para generar nuevos espacios, nuevos eventos, en el corazón de nuestro partido de La Matanza, donde la cultura es un bien perecedero, y generalmente vencido. Proyectos que terminan con el último humo del café.
Elisa Peñaloza tenía todo lo necesario para arrancar. Tenía el lugar, un bar, El Altillo, en la calle Entre Ríos al 2900, en el centro de San Justo. Tenía colaboradores poniendo el hombro, la cabeza y el corazón en el proyecto, nombraré a Lorena Fernández y a Adela Salas por resultarme las más conocidas, pero estoy seguro que no fueron las únicas personas que contribuyeron al resultado final. Tenía expositores de los más variados tipos comprometidos a participar.
Finalmente el 15 de octubre, la cosa arrancó en serio. Con exposición de cuadros de la artista plástica Mónica Maurelli, y fotografías de Rubén Villani decorando una de las paredes del bar, y libros de autores matanceros en el hall de entrada, la gente fue llegando desde las 19 hs y acomodándose entorno a las mesas. Hubo ponencias de Mabel Zanga y Analía La Torre. Omar Celiz presentó su libro de poesías El tiempo después. El grupo de teatro Laferrere puso en escena un fragmentó de una obra. La banda La Cresta de Don Gregorio tocó algunas canciones, al igual que Irma Morena que cantó folclore, y Pablo Bondar, que fuera de programa ejecutó algunos temas de su disco Nuevo aliento. Y mucha gente más que participó de diversas formas, no siendo la menor la presencia y el aplauso.
Perfectible, todo es perfectible. Aún hay camino que recorrer. Estos encuentros se repetirán el segundo viernes de cada mes, y hay que estar preparados. Pero la primera experiencia fue altamente positiva. El sueño se volvió cimiento de la realidad, y Elisa Peñaloza, contrario a lo que pensé cuando la conocí, fue la estrella más brillante en el cielo matancero.


1 comentario:

  1. Estimado Victor: muy buenas tus palabras, tus escritos, sos un buen analista de la realidad que te circunda, que nos circunda, gracias por estar siempre presente y poner esta posibilidad al alcance de todos.
    Eduardo

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